lunes, 25 de junio de 2012

San Juan en Camagüey


Un mar de gente, o más bien un río si se tiene en cuenta la impronta de esas corrientes en el asentamiento y fundación de mi ciudad, fluyó tras las comparsas y las congas que abrieron el San Juan Camagüeyano el día 23. Beneplácito para mi gente que espera todo el año por tan sagrada festividad, que no por profana deja de parecer enorme congregación de fieles al trago fácil y socialmente aceptado, y a la rumbantela copiosa que el camagüeyano reserva celosamente para los días de carnaval. Era apenas un adelanto de lo que nos guardan los tradicionales paseos de los días 25, 26, y 28, pero en la calle Cisneros ya las caderas bailaban y los estribillos convocaban, porque sabían que, amén de crisis, austeridades y remodelaciones, el San Juan estará siempre para alegrarnos un poquito más los corazones.

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